Los
arqueólogos encuentran una espada, un escudo y monedas islámicas formando parte
de un ajuar funerario vikingo
Ajuar de una tumba vikinga del año 950 d. C., aproximadamente |
Los vikingos, como
ya sabemos, eran magníficos guerreros,
pero no sólo se dedicaban a la guerra sino, sobre todo, a la agricultura, a la
ganadería y al comercio. Fueron ciertas circunstancias, como la expansión
demográfica o la falta de tierras cultivables, las que les obligaron en ciertos
momentos a coger sus armas y lanzarse a la conquista de nuevos territorios.
La necesidad les hizo luchadores y, con el tiempo, la guerra se convirtió en una honorable actividad. De hecho, siguiendo una arraigada tradición religiosa de este pueblo, los guerreros debían morir con la espada en la mano y, así, se asegurarían un lugar en el Valhalla, una especie de paraíso vikingo.
Restos de una bolsa de cuero hallada dentro de la bloca del escudo |
En el Valhalla es
donde probablemente debió entrar el alma del vikingo encontrado recientemente sepultado en una tumba en Skaun, al
sur de Trondheim, en Noruega. Un grupo de arqueólogos, encabezados por la
especialista Ingrid Ystgaard, ha localizado un enterramiento que data del año
950 d. C., aproximadamente, y que contiene los restos de un guerrero sepultado
con todas sus armas. El ajuar funerario
se compone de una espada, con una inscripción, y de un escudo de madera, del que sólo se ha conservado los elementos
metálicos, como la bloca.
La bloca es una
parte de metal, de diferentes formas, que tienen los escudos o las rodelas en
el centro. En el hallazgo del equipo de Ystgaard, la madera del escudo se ha
deteriorado, por lo que no nos ha llegado, pero se ha conservado en muy buen estado su bloca metálica. De hecho, se
puede observar hasta las marcas de los golpes que se le infligieron en su
superficie, posiblemente propinados por un hacha o una espada. Se puede intuir,
claro está, que el escudo fue utilizado por
su dueño en algún combate. Pero lo más sorprendente es que la bloca del
escudo contenía unas cuantas de monedas islámicas en su interior, guardadas en una
bolsa de cuero.
Detalle de la espada con signos de una inscripción |
Según la especialista
Ystgaard, las monedas islámicas nos
pueden indicar que el guerrero que se encuentra allí enterrado estuvo, en algún
momento de su vida, en la parte más oriental del mundo vikingo. Y, más
concretamente, pudo visitar alguna ciudad como Holmgard, la actual Novgorod, en
territorio ruso. Era común que los
vikingos viajaran hacia el este, navegando por los ríos, hacia el interior de
la actual Rusia.
En la hoja de la espada se observa,
mediante unas radiografías practicadas, que contenía una inscripción y que fue elaborada mediante la técnica de
la forja. El forjado era algo normal, pero las inscripciones en las espadas sólo
se veían en las de mayor calidad, a menos que se tratara de una copia.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía|
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Imagen|
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