Los neandertales tenían enfermedades muy
similares a las nuestras. De hecho, muchas las hemos heredado de ellos, aunque
también nos han aportado muchas ventajas evolutivas
Neandertal y Homo Sapiens. Museo Scienze Naturali, Torino |
Se
podría pensar que los neandertales, puesto que vivían en permanente contacto
con la naturaleza y su dieta era sana y variada, serían menos proclives a las
enfermedades que el hombre actual. Sin
embargo, por los restos óseos conservados se pudo observar desde un principio que
sufrieron patologías traumáticas, como fracturas, amputaciones,
degenerativas como la artrosis, dentales como la caries, la hipoplasia y la periodontitis, infecciosas como la tuberculosis e incluso
que eran susceptibles de padecer tumores, como el de carácter benigno sufrido
por un neandertal de más de 120.000 años de antigüedad hallado en Krapina, Croacia.
Desde que se aplican
las nuevas técnicas para extraer ADN de los fósiles, se ha
podido comprobar que muchos de los rasgos que nos caracterizan pueden
considerarse claramente como una herencia genética neandertal, también
en cuanto a la salud se refiere. Se ha descubierto que al
cruzarse neandertales y sapiens se
produjo un intercambio de genes,
y la hibridación pudo ser
uno de los factores del
éxito evolutivo de los humanos modernos.
Ventajas
evolutivas heredadas
Hay que pensar que
cuando los humanos modernos llegaron desde
África a Europa y Asia Occidental,
los neandertales llevaban ya 200.000 años allí, y lo
más probable es que se encontrasen bien adaptados al clima, los alimentos y los
patógenos locales. Al cruzarse, los
humanos modernos adquirieron
estas ventajas mediante la
incorporación de genes ya seleccionados, lo que les permitió adaptarse
más rápidamente
al ambiente de los nuevos
territorios. Es el caso de los genes que
afectan a los filamentos de keratina, una proteína fibrosa que
proporciona dureza a la piel, el cabello y las uñas y que puedo resultar muy
beneficioso en los nuevos ambientes muy fríos, ya que proporciona una capa de
aislamiento más gruesa.
Otra de las ventajas
adquiridas, según dos estudios publicados recientemente
en el American Journal of Human Genetics, fueron
variaciones genéticas que
ayudan a aumentar las defensas
inmunitarias innatas, protegiéndonos
contra bacterias,
hongos o parásitos y mejorando así la capacidad de los humanos para superar infecciones. Se trata de tres genes TRL
(dos más similares a las del genoma neandertal, y la otra al
genoma denisovano), que
aparecen todavía entre
individuos europeos y asiáticos actuales.
Aunque no se sabe todavía el porcentaje en que los TRL pertenecen
a la herencia genética o a nuestra propia adaptación, la herencia parece
bastante importante, puesto que los
genes de la inmunidad innata tienen más origen neandertal que el resto del
genoma humano (si en la media del genoma es del 4%, en este grupo de genes
ronda el 50%).
Enfermedades
que debemos a los neandertales
Pero no todo han sido ventajas. Probablemente la acción de la selección natural hizo
que algunas de las
mutaciones neandertales fuesen eliminadas porque eran perjudiciales. Sin
embargo, los mismos genes que protegieron a esos primeros seres humanos en su aventura, les
hizo sensibles
a las alergias, por
ejemplo, a los pelos de
animales y al polen. También
otros genes neandertales nos han hecho más débiles, contribuyendo a que
suframos diabetes tipo 2, lupus,
enfermedad de Crohn (que afecta al intestino), psoriasis o cirrosis biliar primaria.
Por otra parte, hay que
tener algunas cosas en cuenta, como que algunas adaptaciones pueden ser beneficiosas en una época y perjudiciales en
otra. Por ejemplo, que almacenar calorías pudo ser trascendental para la supervivencia
en ciertos momentos y, sin embargo, hoy en día puede causar obesidad y
diabetes. O que no podemos achacar el
número considerable de alergias actuales solamente a la herencia neandertal.
¿Estará mutando nuestro sistema inmunológico por el cambio climático, la
contaminación o los malos hábitos alimenticios?
En cualquier caso, los
descubrimientos sobre nuestra herencia genética nos ayudarán a entender algo más sobre nuestros problemas de salud.
Autora| Ana
Carmen Diago Vinadé
Imagen| Flickr
Comentarios