'Delacroix y el surgimiento del arte moderno', es el título de la exposición que se podrá contemplar en la en la National Portrait Gallery de Londres
En la imagen, ‘Ejercicios militares en Marruecos’ |
Eugène Delacroix (1798-1863) puede ser considerado como el último pintor
del gran estilo pero también y sobre todo el
primero de los pintores modernos que influiría en todo el arte que vendría
después, Van Gogh, Matisse y Kandinsky
son tres claros ejemplos de grandes pintores que beberías de la influencia de
sus obras.
'Delacroix
y el surgimiento del arte moderno',
es el título de la exposición que se podrá contemplar en la en la National Portrait Gallery
de Londres del 17 de febrero al 22 de mayo, pretende ser la mayor
retrospectiva hasta la fecha de la obra de Eugene Delacroix, organizada junto
al Instituto de Arte de Minneapolis.
Delacroix
nació el 26 de abril de 1798 en Charenton-Saint Maurice, recibió una formación neoclásica dentro de la
escuela del pintor francés Jacques-Louis David pero él mismo amplió su
formación investigando diversos autores de los que aprendió el uso del color.
Las
obras de Delacroix se caracterizan por un personal
uso de la luz y del color, sus temas
orientales y violentos enmarcan su obra en un romanticismo que logra
superar, sus viajes reales e imaginarios quedan plasmados en su imaginería
oriental. Considerado como el continuador
de la obra de Gericault al que conocía y apreciaba e incluso había posado para
su famosa obra ”La Balsa de la Medusa”, su obra manifiesta la influencia
también de los coloristas ingleses como
Constable y Turner.Para Delacroix el color será la base en la que se
encuadre toda su producción.
Estudioso
durante años de las obras del Louvre, los protagonistas de sus cuadros toman
como modelo los de Miguel Angel,
remarcando las proporciones perfectas y musculosas en las figuras masculinas y la
sensualidad en las femeninas, pero Delacroix introduce el sentimiento
exacerbado en los rostros, la pasión el dolor y la rabia se transmite en sus
protagonistas.
La temática empleada por Delacroix suele ser histórica o ambientada en el mundo
oriental, lo que le permite utilizar los
colores y los cuerpos de un modo realista evitado hasta entonces, sus
fuentes son también muchas veces literarias. Delacroix conoció a escritores y
músicos de su tiempo con los que entabló amistad y que en ocasiones se vieron
reflejados en su obra como Victor Hugo,
Stendhal, Chopin o Paganini. Muchas de sus obras se desarrollan en
interiores orientales, lo que era algo totalmente novedoso hasta la fecha,
ejemplo destacado es La muerte de Sardanápalo.
En La
Matanza de Quíos (1824), obra que le llevó a la fama se denuncia la violencia ejercida por los
turcos contra los griegos, es inevitable oponer los rostros cansados y vencidos
de los griegos a la actitud soberbia del soldado turco.
Quizás
la más conocida de sus obras sea La
Libertad guiando al pueblo (1830), donde se reproduce un momento de la Revolución de París del 1830. La mujer
que guía al pueblo hacia la victoria tiene reminiscencias de las diosas
clásicas, de ahí su proporción ligeramente mayor y el hecho de que muestre los
pechos al levantar la bandera insignia del pueblo francés.
La técnica de Delacroix, de grandes
contrastes de color,
que aplicaba con pequeños golpes de pincel creando un particular efecto de
vibración influiría en los
impresionistas.Fue calificado por Baudelaire como el "más
moderno de los artistas". Nos dejó un Diario que constituye una
interesante y valiosa fuente de información respecto a su vida y su época.
"El primer mérito de un cuadro es ser una
fiesta para los ojos" son palabras del propio artista y su obra tan
sólo las corrobora.
Autora| Ana
Rebón Fernández
Vía| Ana
Rebón Fernández
Imagen| Wikipedia
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