El hombre que se enfrentó a Roma
Ilustración de Prisciliano, el primer hereje de Hispania |
Corrían los
primeros tiempos de nuestra era, cuando los aldeanos hispanos se
reunían en la oscuridad de la noche, para practicar la doctrina de Jesús. Roma perseguía todas estas reuniones clandestinas e incluso las castigaba en su afán
de represión.
Un tiempo
después, el Imperio Romano abrazó el cristianismo y muchos de los que
perseguían a los antiguos cristianos se autonombraron sacerdotes. Roma, una vez
adoptó la nueva religión, continuó su opresión contra los hispanos a quienes
hacía pagar elevados tributos.
En Gallaecia (Galicia),
un hombre se enfrentó al poder del Imperio, Prisciliano. Este,
comenzó a extender la palabra de Jesús de una manera totalmente diferente a
como lo hacía Roma, promulgando la igualdad entre hombres y mujeres, la ayuda a
los más necesitados, se mostró contrario a los elevados impuestos,... Pero al
Imperio no le interesó la fuerza y popularidad que estaba alcanzando el orador
y Prisciliano fue raptado y decapitado junto a sus incondicionales compañeros,
convirtiéndose en los primeros herejes ajusticiados.
Cuenta una
vieja leyenda, que tras la muerte del idolatrado Prisciliano, un
grupo de fieles trajeron el cuerpo del hereje hasta Galicia y posteriormente lo
enterraron donde más tarde fue supuestamente encontrado el cuerpo del
apóstol Santiago. En aquel lugar se construyó un santuario y más
adelante una magnífica catedral con el nombre del apóstol Santiago.
Cada año,
miles de peregrinos, recorren un largo camino, que coincide con la estela de
la Vía Láctea, ignorando que, quizás, el sepulcro que
van a venerar es el de un hereje.
Autor| Antonio
Pascual García
Vía| Mcnbiografías
Imagen| HOY
Comentarios