El ISIS y el Arte

Conocido como Ŷamaʕat al-Tawhīd wal-Ŷihād, nos acercaremos más de cerca a su religión y su trato con el Arte, la forma de expresión más básica del ser humano desde fechas tempranas

Sitio arqueológico de Palmira
El autodenominado califato del Estado Islámico, es un grupo insurgente de ideología fundamentalista yihadista, asentado en el territorio que comprende los países de Irak y Siria. Teóricamente no es un estado reconocido porque gobierna sin reconocimiento legal estos territorios. Este califato reclama la autoridad religiosa sobre todos los musulmanes del mundo y tiene como objetivo unir todas las regiones habitadas por musulmanes, y, como si fuera un proceso ‘evangelizador’, evangelizar, valga la redundancia, todas las regiones que no estén bajo ellos.

Los territorios bajo la dominación del autoproclamado Estado Islámico imponen su interpretación radical de la Sharía, llevando a cabo ejecuciones, lapidaciones y diferentes tipos de barbaries. Además, destruyen templos y tumbas, como la de Jonás, y espacios arqueológicos como Palmira, de gran importancia. A ello, le unimos la expulsión de la población no cristiana de las regiones dominadas por Daesh. Desde entonces, el Estado Islámico difunde videos con cierta regularidad ejecutando a personas, bien periodistas, homosexuales o habitantes de la zona que no se quieren convertir al islam.

En cuanto al ámbito artístico hablaremos de los destrozos que están ocasionando este grupo terrorista, destruyendo ciudades e incluso museos. Entre sus destrozos más sonados, Palmira, y con ello el templo de Baal, el Museo de Irak, la ciudad de Nimrud o Hatra. Pero, ¿por qué hacen esto? Son varias razones por las que se llevan a cabo estos hechos, y una de ellas, la más sonada, es la venta de obras de arte en el mercado negro, con la que sacan una gran cantidad de capital para la financiación del grupo.

Por ello, a nivel internacional se han tomado medidas para impedir que esta vía de financiación continúe. Así pues, el Consejo de Seguridad de la ONU prohibió el comercio de objetos llegados desde estos países. El ISIS gestionó el arte saqueado estableciendo un sistema de licencias junto con tratantes ilegales. Otra de las razones porque estos terroristas destruyen es por ser un grupo extremista iconoclasta que busca destruir el pasado. Estos actos de destrucción que son supuestamente en nombre de la religión, no son otra cosa, sino que hipócritas.

Una clara reflexión sería: necesitamos más educación de arqueología a nivel mundial, y no solo cuando hablamos respecto al ISIS, sino en general.

Imagen| Infobae

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