El
evangelista Mateo cuenta una historia muy confusa de la escena de los tres
Magos
Imagen de una recreación de los tres Reyes Magos |
La celebración de
los Reyes Magos, el día 6 de enero,
clausura nuestra Navidad, pero ¿es cierta su historia? El
Evangelio de Mateo es el primero que la cuenta, pero su narración de los hechos
es bastante confusa.
¿Eran
realmente reyes?
Mateo los nombra como “Magoi”, el plural de “magos” en griego. El filólogo
griego Antonio Piñero aclara que, en ese tiempo, esa palabra tiene dos
significados diferentes: hechiceros de magia blanca o negra u orden sacerdotal
del culto de Zoroastro. Para él, los tres visitantes eran importantes sacerdotes,
no monarcas.
Posiblemente se
empieza a hablar de reyes en el medievo y, con el tiempo, se afianza el
término, como se aprecia en las escenas de la adoración de los reyes de las obras
de pintores como Botticelli, da Vinci, Rubens o Velázquez.
A los nobles de la
época, para el historiador Giovanni Bazzana, les interesa esa imagen de
los reyes rindiendo culto a Jesús para ser
identificados con la divinidad. Además de darles prestigio y presentarlos como
piadosos, esa escena tiene una alta significación política porque los legitima en
el poder como reyes cristianos.
¿Cómo
se llamaban?
Mateo no los nombra. En opinión de Piñero y de Bazzana, esa tradición de
llamarlos Melchor, Gaspar y Baltasar viene de los escritos de entre los siglos
IV y VII d. C., cuando se les denomina así. Es entonces cuando también se les
vincula con la realeza y se habla de monarcas persas y árabes, e incluso de un rey
indio.
En la Edad Media,
para el teólogo Matthew Boulton, se identifica a los magos como los
representantes de Europa, África y Asia, los tres continentes conocidos hasta
el momento. Se les utiliza para transmitir un mensaje de universalidad y de que
el mundo reconoce a Jesús como el mesías.
¿Eran
tres? Mateo no
habla de cuántos eran, pero con el tiempo se asocia los tres regalos de oro,
incienso y mirra con el número de magos. El papa León I el Magno, posiblemente,
establece esta convención en el siglo V d. C.
¿De
dónde venían? Mateo
relata que los reyes Magos provienen de Oriente, así que pueden haber partido
de Arabia o de Babilonia. Para Bazzana, la palabra “Magoi” sugiere que venían
de Persia, aunque Piñero opina que este tipo de datos dato es irrelevante para
la historia que se cuenta.
¿Seguían a una estrella como cuenta Mateo?
Según la astrónoma C. Allen Armiño es difícil porque las estrellas no se mueven,
sino que sirven de puntos fijos de referencia para orientarse. Existen algunos fenómenos
astronómicos extraordinarios, como los cometas o la conjunción de varios
planetas, pero son demasiado sutiles como para ser observados sin instrumentos
específicos.
Puede que, en
opinión de Piñero, se asocie el acontecimiento de algún fenómeno luminoso llamativo
cercano a Jesús con una conjunción entre Júpiter, Saturno y Marte, del siglo
VII a. C., que se describe en las fuentes.
En conclusión, se
puede afirmar que el suceso de los Reyes Magos es una tradición
folclórica y popular
sin fundamentos, que se va conformando con el paso del tiempo.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía|
Blasting
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Imagen| Predecir el Futuro
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