La cueva de Rouffignac nos muestra
cómo los niños y niñas de nuestra Prehistoria expresaban su creatividad
artística
La infancia del Paleolítico desplegó su creatividad en Rouffignac |
¿Os habéis
preguntado alguna vez cómo era la infancia durante la Prehistoria? Los
registros fósiles y arqueológicos nos cuentan que se cuidaba con especial
esmero a los pequeños y pequeñas, ofreciendo una imagen muy alejada de aquellas
comunidades despiadadas con sus miembros más débiles.
Probablemente
los niños y niñas prehistóricos repartirían su tiempo entre pequeñas tareas
para la comunidad como recoger leña o acarrear agua, con el adiestramiento
básico en asuntos como la caza, el conocimiento de las plantas, la fabricación
de pequeños utensilios, etc… Y por supuesto, el juego.
La cueva
de Rouffignac, en Francia, es conocida por sus impresionantes pinturas de
mamuts y rinocerontes lanudos del Paleolítico superior. Pero no sólo había eso.
Un equipo de las universidades de Cambridge y Walden descubrió unas pinturas de
hace 13.000 años… hechas por niños y niñas.
La técnica
consistía en deslizar los dedos sobre la superficie de arcilla blanda
(“flutingfingers”) del techo y paredes y así dibujaron figuras serpentiformes,
en zigzag, o incluso rudimentarios zoomorfos. Por la profundidad y anchura de
las estrías, las arqueólogas Leslie Van Gelder y Jessica Cooney pudieron
identificar el trabajo de cuatro niños de edades comprendidas entre los tres y
siete años, perteneciendo la mayoría de los grabados a los dedos de una niña de
cinco años.
Para
recrear estos dibujos, de pie debajo de ellos, se requiere el movimiento de las
caderas e incluso de los pies, en lugar de sólo el movimiento de la parte
superior del cuerpo. Podría decirse que dibujaban al mismo tiempo que bailaban.
Para la Doctora Cooney, su descubrimiento concede voz a los niños y niñas
prehistóricos, una voz generalmente silenciada en el discurso académico.
Un último
apunte es que los grabados se encuentran todos en una misma cámara de la cueva,
la A1. ¿Una especie de salita de juegos para los días de lluvia?
Siempre
hay tiempo para la ternura. También en las cuevas prehistóricas.
Autor| ArqueoEduca
Fuente| Cam
Imagen| The
History Blog
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