Nuevos
hallazgos demuestran que la cultura filistea tuvo un impacto importante y de
largo alcance sobre la biodiversidad floral en Israel
La Batalla de los israelitas y la tribu de Judá contra los filisteos |
Unos estudios
recientes han demostrado que la invasión
de las especies florales exóticas han tenido un importante impacto sobre
las locales, no sólo en los últimos tiempos sino también en la antigüedad. El pasado
25 de agosto se ha dado a conocer los resultados de una investigación realizada en Israel por el profesor Ehud Weiss,
entre otros, del Departamento Martin (Szusz) de Tierra de Estudios de Israel y
Arqueología de la Universidad de Bar-Ilan.
La cultura
filistea se desarrolló durante la Edad del Hierro, entre los siglos XII y VII
a. C. El equipo de investigación, basándose en esta cronología, ha elaborado una base de datos de las plantas permanentes
que se extraen de los sitios arqueológicos de las edades del Bronce y del Hierro, tanto filisteos como
no filisteos, en la zona meridional de Israel. Se ha llegado a la conclusión de
que los filisteos llevaron a Israel no
sólo su cultura sino también sus plantas.
Las especies cultivables
que introdujeron eran totalmente nuevas en estas tierras. Se trata del árbol del sicómoro (Ficus sycomorus),
cuyos frutos son conocidos por ser cultivados en el Mediterráneo oriental,
sobre todo en Egipto, y cuya presencia en Israel como un árbol cultivado
localmente es atestiguado por vez primera en la Edad de Hierro; el comino (Cuminum cyminum), que es una
especie también originaria del Mediterráneo oriental; y la adormidera (Papaver somniferum) que proviene de la Europa
occidental.
Recreación de guerreros filisteos |
Sue Frumin, una
estudiante de doctorado de la Universidad Bar-Ilan, explica que "las
partes comestibles de estas especies -la adormidera, el sicómoro y el comino- no se atestiguan en el registro
arqueobotánico de Israel antes de la Edad del Hierro, cuando la cultura
filistea aparece por primera vez en la región. Ninguna de estas especies crece
silvestre en Israel hoy en día, sino que sólo crecen como plantas
cultivadas".
Además de la
translocación de plantas exóticas procedentes de otras regiones, la comunidad
filistea fue también la primera en explotar
más de 70 especies florales sinantrópicas, que se encontraban disponibles
localmente en Israel. Se trata de la verdolaga, el rábano salvaje, la barrilla,
el beleño y la viña. Todas estas especies de plantas no se han encontrado en
sitios arqueológicos anteriores a la Edad del Hierro ni en lugares no pertenecientes a culturas filisteas como la cananea,
la israelita, la judaíta o la fenicia.
Por tanto, la "revolución agrícola" que acompañó a la cultura
filistea refleja un régimen agrario y unas preferencias alimentarias diferentes
a las de sus contemporáneos.
El hecho de que
las tres plantas exóticas introducidas por los filisteos se originaran en regiones
diferentes concuerda bien con la diversa
procedencia geográfica de esta gente. Los filisteos, uno de los llamados
Pueblos del Mar mencionados en la Biblia y otras fuentes antiguas, eran una
comunidad multiétnica cuyos orígenes se encuentran en el Egeo, Turquía, Chipre y otras regiones del Mediterráneo oriental.
A principios de la Edad del Hierro, sobre el siglo XII a. C., se asentaron en
la llanura costera del sur de Israel y se integraron con los cananeos y con otras
poblaciones locales para, finalmente, desaparecer con el colapso de la Edad del
Hierro, en el siglo VII a. C.
En conclusión, los
resultados de esta investigación indican que la presencia de los filisteos en
Israel tuvo un impacto importante y de
largo alcance sobre la biodiversidad floral local aún apreciable.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía|
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Imagen|
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