De las cinco especies humanas que coexistían hace ochenta mil años,
sólo quedamos nosotros. Te contamos las diferentes teorías que
baraja la comunidad científica para explicar cómo ocurrió
Actualmente
todas las personas que habitamos este planeta nos encontramos en el
mismo punto de la evolución. Independientemente de nuestras
diferencias raciales o étnicas pertenecemos a una misma y única
especie humana: Homo sapiens
Pero
no siempre fue así.
Si
nos trasladáramos a hace aproximadamente 80.000 años,
encontraríamos a neandertales tiritando en una helada Europa,
a denisovanos oteando las praderas siberianas, al diminuto
Homo floresiensis cazando elefantes enanos en su pequeña isla
mientras, no lejos de él, en Java, resistían los últimos Homo
erectus. Quienes leemos estas líneas, los sapiens,
andábamos en aquellos momentos caminando por las ardientes sabanas
africanas. Ya veis, coexistían entonces cinco linajes diferentes de
seres humanos y ahora sólo quedamos nosotros. Y la pregunta que nos
puede surgir es ¿Cuál fue el proceso?
Antonio
Rosas, desde el Centro Superior de Investigaciones Científicas,
nos resume un poco las diferentes posibilidades que la comunidad
científica baraja.
- Un modelo lineal según el cual nuestro género Homo
atraviesan tres fases evolutivas ascendentes: de habilis a erectus y
de erectus finalmente a sapiens.
-
Un modelo multirregional nos indicaría que durante el último
millón y medio de años sólo ha existido una especie humana. Y que
ésta se fue diversificando geográficamente. Así, por ejemplo, los
neandertales serían una especificación geográfica de Homo sapiens.
- Otra
corriente más actual, conocida como modelo de reemplazamiento
viene a explicarnos que África fue la cuna de la humanidad moderna
(hace 160.000 años) y que desde allí saltó a colonizar el resto de
los continentes.
-
Finalmente va cobrando peso el modelo de asimilación que
parte del anterior sosteniendo que los sapiens que salieron de
África, conforme se van dispersando por otros lugares, van
desplazando a las poblaciones autóctonas y bien terminan por
extinguirlas o por asimilarlas genéticamente. Este modelo defiende
la hibridación entre poblaciones arcaicas y modernas.
En
cualquier caso, para este investigador la clave para entender nuestra
posición actual como especie reside en que nos consideremos como
parte de un proceso. Un proceso que además la Naturaleza aún
no ha cerrado.
Así
pues, resuelta al parecer la cuestión de quiénes somos y de
dónde venimos nos falta por contestar la de a dónde vamos.
Y la respuesta, que ya no se encuentra en los fósiles sino en
nuestras manos, puede resultar maravillosa o preocupante.
Más Información| Rosas, A. 2014. Especies humanas: la naturaleza
evolutiva del hombre. Revista de Occidente, 392: 19-28.
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