El siglo XXI y el ‘Dinerocentrismo’ como una de sus características fundamentales
Martínez Veiga en su libro sobre la Historia de la
antropología (2010:51) define el evolucionismo como ‘un conjunto de ideas que
afirman que el universo, o alguna o todas sus partes, están sujetos a cambios
irreversibles y cumulativos, de tal manera que la variedad y complejidad de las
partes ha aumentado (…) Este conjunto de teorías pueden referirse al universo
en su conjunto o pueden referirse a la evolución humana, mental cultural etc.’
Suponiendo que hasta el día de hoy el ser humano ha llevado consigo una
evolución tanto a nivel de especie- desde el Homo habilishasta el Homo Sapiens- como a nivel cultural,
veamos cuál pueden ser las futuras evoluciones examinando el presente.
Para Darwin la evolución de las especies tenía tres puntos fundamentales: En primer lugar, todas las especies descienden por un proceso largo y gradual de modificación de un pequeño número de especies diferentes, desde el pasado remoto. En segundo lugar, la causa básica de la transmutación de las especies es la selección natural. Por último,la selección natural tiende o bien a mejorar las adaptaciones o a la extinción de las especies.
Para Darwin la evolución de las especies tenía tres puntos fundamentales: En primer lugar, todas las especies descienden por un proceso largo y gradual de modificación de un pequeño número de especies diferentes, desde el pasado remoto. En segundo lugar, la causa básica de la transmutación de las especies es la selección natural. Por último,la selección natural tiende o bien a mejorar las adaptaciones o a la extinción de las especies.
En el siglo XXI
la sociedad occidental crece a nivel científico y tecnológico día a día. La
medicina permite que todos los días personas con todo tipo de enfermedades o
anomalías sigan a delante, se les dé una oportunidad y no sean condicionantes
para un final irremediable. Enfermedades como la varicela, la gripe o la
hepatitis ya no suponen un problema, por ejemplo, tan solo la gripe Española se
llevó consigo en dos años (1918-1920) entre 50 y 100 millones de personas.
Podemos decir que las enfermedades que más preocupan hoy en día a Occidente son
las relacionadas con el corazón, seguidas por las cerebrales. No obstante,
también crecemos a niveles vertiginosos con este tipo de enfermedades, con todo
tipo de tratamientos, es el ejemplo de Lucía Cassidy que con 34 años ha
soportado 29 ataques al corazón. En España las enfermedades cerebrales y
cardiovasculares también son las que más mortalidad causan, pero la siguiente
gráfica muestra perfectamente cómo ha bajado el número de víctimas:
Si las enfermedades, que en Occidente hace tan solo un
siglo, producían una mortalidad altísima (entre un 3% -6% de la población)
están absolutamente controladas, y las que a día de hoy más nos preocupan
tienen cada día más tratamiento, pudiendo así, alargar la esperanza de vida,
podemos decir que el segundo y el tercer punto principal para Darwin antes
mencionado ya no son significantes en la sociedad occidental. Para Darwin,
ahora habría una supervivencia general que ya no tendría tanto que ver con la
condición física de la persona sino con la condición económica que le permita
acceder a tratamientos, medicamentos o vacunas. Lo que antes se conocía como
‘supervivencia del más fuerte’ ahora puede perfectamente traducirse a
‘supervivencia del más rico’. Esto quiere decir, que, si una persona nace con
Síndrome de Down, con los tratamientos adecuados, puede llegar a cumplir los
sesenta, pero sin ellos no superará los veinte.
Partiendo de que desde ahora en adelante la evolución de la
especie humana está en manos de los avances de la medicina y su coste y ya no
tanto de la condición física de cada individuo, pasemos a analizar la evolución
cultural.
Ciertamente los avances en la tecnología también son cada día
mayores. Hace un siglo el concepto de Internet era inexistente y hoy en día es
el apoyo de todo tipo de estudios y trabajo en la sociedad occidental. Gracias
a la globalización y todo lo que conlleva podemos saber que está sucediendo a
la otra punta del mundo en tal solo un clic. La globalización es un proceso histórico de integración
mundial en los ámbitos político, económico, social, cultural y tecnológico,
que va convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado, en una
aldea global. Tal es esta interconexión que, situándonos en un contexto
capitalista, todos los países que disfrutan de la globalización se van
asemejando más los unos a los otros, a través de los mercados.
Hay demasiados factores que hacen que una cultura sea como
es, podemos encontrar aquí rasgos históricos, geográficos, lingüísticos,
climáticos… etc. Es imposible acabar con una cultura de un día para otro a día de
hoy, pero sí se puede, como estamos viendo, de manera gradual.
Si según la RAE ‘el capitalismo es un sistema económico y
social basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la
importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los
recursos a través del mecanismo del mercado’ dejando totalmente unido lo
económico y lo social, cada país se convierte en una gran empresa, invirtiendo
así millones en la ciencia, la tecnología y la medicina y nada o casi nada en
el ámbito de las humanidades. Como estamos presenciando, en España, el sistema
educativo es una serie de leyes nemotécnicas aplicadas durante todo el
instituto para aprobar con la mejor de las notas, nada importan ya los
conocimientos adquiridos o el aprendizaje real.
La filosofía ya no tiene cabida en las aulas y la historia son un conjunto de fechas. Si las nuevas generaciones, que están actualmente en las aulas universitarias, son víctimas de esta realidad la cultura no seguirá su camino natural, sino que tenderá a ser también lo más económico posible, haciendo de ella un negocio básicamente turístico como recordatorio de lo que un día fuimos. Ya no invertimos en lo propio, sino que negociamos a niveles escandalosos con lo de los demás, de tal manera que, para encontrar, por ejemplo, la mejor sandía de toda España, tienes que viajar hasta Finlandia.
La filosofía ya no tiene cabida en las aulas y la historia son un conjunto de fechas. Si las nuevas generaciones, que están actualmente en las aulas universitarias, son víctimas de esta realidad la cultura no seguirá su camino natural, sino que tenderá a ser también lo más económico posible, haciendo de ella un negocio básicamente turístico como recordatorio de lo que un día fuimos. Ya no invertimos en lo propio, sino que negociamos a niveles escandalosos con lo de los demás, de tal manera que, para encontrar, por ejemplo, la mejor sandía de toda España, tienes que viajar hasta Finlandia.
Por lo tanto, si en la Edad Media el ser humano estaba
marcado por el teocentrismo a nivel de especie y cultural, en la Edad Moderna
lo estaba por el antropocentrismo, podemos decir que el centro de la vida del
ser humano a día de hoy es el dinero y es el dinero lo que rige todas nuestras
relaciones presentes y futuras.
Autora| Diana Peinado Serrano
Vía| Portal Ciencia, Hipertextual
Más Información| ‘Historia de la Antropología, formaciones socioeconómicas y praxis antropológicas, teorías e ideologías’ de Ubaldo Martínez Veiga y ‘El origen de las Especies’de C. Darwin
Imagen| Todo Colección
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