Estudian la lateralidad de los humanos del paleolítico... ¿Cómo conocer la mente humana a través de la piedra?
La lateralidad está relacionada con la
forma de organización del cerebro humano y asigna roles distintos a cada una de
las extremidades al realizar una tarea determinada
El estudio de las lascas de sílex que producían nuestros antepasados puede establecer si eran zurdos o diestros. / UPV |
La lateralidad está relacionada con la forma de organización del cerebro
humano y asigna roles distintos a cada una de las extremidades al realizar una
tarea determinada. Una investigación de la Universidad del País Vasco ha
estudiado su origen y desarrollo para comprender mejor la organización cerebral
y sus asimetrías, y saber cómo han evolucionado estas a lo largo de la
historia.
La lateralidad es la preferencia de los humanos por un lado de nuestro
cuerpo; ser zurdo o diestro, por ejemplo, o usar preferentemente determinado
ojo u oído. En opinión del geólogo y primatólogo Eder Domínguez-Ballesteros de
la Universidad del País Vasco, “el comportamiento lateralizado humano ha podido
tener algún tipo de reflejo en sus productos tecnológicos, especialmente en sus
manufacturas. Por otra parte, la talla lítica –inherente a nuestro género desde
los primeros estadios de su evolución– es una excelente fuente de información
para el estudio del proceso de lateralización de los humanos”.
Una investigación liderada por Domínguez-Ballesteros ha analizado las
lascas, que pueden ser producto de una talla lítica, un resto, o un soporte
para fabricar un útil. "Nosotros nos fijamos en el talón de la lasca, que
es donde queda preservada una parte de la plataforma de percusión. Las
fracturas que aparecen en dicha plataforma se orientan en función de la
dirección del impacto del percutor en aquella. Una vez que se conoce la
dirección del impacto, se puede saber si se ha hecho con la mano izquierda o
con la derecha, con un alto grado de fiabilidad”, explica el investigador.
“Un tallista, sea zurdo o diestro, para impactar en un mismo punto del
núcleo, tiene que girarlo, para colocárselo en un lado o en otro. El ángulo con
el que inciden con el percutor tanto el diestro como el zurdo sería el mismo,
pero en dirección exactamente opuesta”, continúa el investigador, quien añade:
“El núcleo es el fragmento de materia prima del que se extraen las lascas, y la
plataforma de percusión, la superficie donde es golpeado el núcleo”.
Una lasca, un tallista
Los primeros trabajos orientados a determinar la lateralidad humana a
través de las lascas –producto de la talla lítica de nuestros antepasados–
fueron efectuados por Toth en 1985. Según este investigador, un tallista
diestro giraría el núcleo, a medida que fuera extrayendo lascas, en sentido
dextrógiro (en el mismo sentido que las agujas del reloj), mientras que un
tallista zurdo lo haría en sentido contrario (levógiro). Investigaciones
posteriores (Patterson y Sollberg) probaron, sin embargo, que un tallista zurdo
puede producir cierto número de lascas diestras, y viceversa.
Más tarde, Rugg y Mullane estudiaron la orientación del cono de percusión
de la lasca, y la relacionaron con la dirección del ángulo de percusión; sin
embargo, Bargalló y Mosquera demostraron que el método de Rugg y Mullane, por
sí solo, no permite determinar la lateralidad del tallista.
Domínguez-Ballesteros y Álvaro Arrizabalaga, por último, proponen un método que
permite relacionar cada lasca individual con la lateralidad del tallista que la
produjo, sin necesidad de contar con varia lascas elaboradas por un mismo
tallista. Se trata, por tanto, de un método extensivo, que puede aplicarse a lo
largo de diferentes periodos del registro arqueológico.
Vía|
Agencia
SINC
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