La historia de «cómo aprendimos a leer».

La Casa del Lector expone la historia de «cómo aprendimos a leer».

Catecismo testeriano del siglo XVI // ABC
La muestra recorre cómo los lectores llegaron por todo el mundo al universo que abren los libros.

La experiencia de aprender a leer, de la que carecen todavía 800 millones de personas, es un acontecimiento que ha cambiado a lo largo de los siglos y cuya transformación, desde el alfabeto hasta internet, recorre la exposición "Cómo aprendimos a leer", que se inaugura hoy en Madrid.

Una frase de Mario Vargas Llosa en el discurso que pronunció en 2010, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, respecto a que aprender a leer fue «la cosa más importante» que le ha pasado en la vida da inicio a esta exposición, que puede verse en La Casa del Lector.
Su comisario, el catedrático y director del Centro Internacional de la Cultura Escolar, Agustín Escolano, ha considerado hoy que nunca podrá haber un cien por cien de población lectora en el mundo. Incluso, ha explicado, en España hay hoy en día bolsas importantes de analfabetos, 800.000 personas, la mayoría de ellas de edad avanzada y de las que dos terceras partes son mujeres.
Personas que no han tenido entrada en lo que el catedrático ha calificado en la exposición de «La isla del alfabeto», un acceso a la lectura de la palabra y del mundo que codifican las letras que comparten los «sujetos lectores».
La transformación de este aprendizaje a lo largo de la historia es el objeto de la muestra, en la que se subraya cómo desde el siglo XIV fueron creciendo las posibilidades para aprender a leer y a escribir, ya que aumentó el número de maestros, y numerosas congregaciones religiosas se dedicaron a la enseñanza de «las primeras letras».
Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando se introdujo la enseñanza simultánea de la lectura y la escritura y se impulsaron algunas innovaciones pedagógicas. Según Escolano, las transformaciones que tuvieron lugar en la «era de las revoluciones», desde la Independencia americana hasta la Segunda Guerra Mundial, dieron lugar a una nueva concepción del libro y a nuevas maneras de leer, ya que, frente a la restricción de los siglos anteriores, se convirtió en un objeto de consumo.
La lucha contra el analfabetismo y los materiales para aprender a leer a lo largo de los últimos 50 años ocupan un lugar destacado en la exposición, en la que pueden verse cartillas, abecedarios, libros y juegos, que dan paso a las nuevas formas que han nacido en internet.
Vía: ABC

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