¿Cómo se digitalizó el Cantar del Mio Cid? Te lo contamos paso a paso.

La Biblioteca Nacional trabaja a diario para poner sus fondos al alcance de los usuarios. Antrophistoria sigue los cinco pasos del proceso de digitalización del Cantar del Mío Cid.

1. Entrada a lo más «selecto» del archivo.

Vista de uno de los pasillos del archivo de la Biblioteca Nacional. ÁNGEL NAVARRETE
La Biblioteca Nacional sigue digitalizando sus incalculables fondos después de firmar un nuevo acuerdo con Telefónica. Cada día, decenas de personas trabajan para que cualquiera pueda acceder desde su ordenador (y de forma toralmente gratuita) a lo más variado de la Biblioteca, que cada vez tiene más documento en la Biblioteca Digital Hispánica.

Aunque la tecnología actual permite agilizar cada vez más este proceso, hay documentos que merecen un tratamiento especial. Este fue el caso de, entre otros, del Cantar del Mio Cid, una obra literaria con cerca de ocho siglos de antigüedad. El primer paso para su digitalización sería, obviamente, extraerlo de los fondos de la Biblioteca.

Al archivo de libro antiguo de la Biblioteca solo tiene acceso personal autorizado. Sin embargo, hemos podido entrar en los más íntimo y selecto del archivo, unas salas donde reposan obras con varios siglos de antigüedad en unas condiciones de temperatura, luz y humedad muy estrictas. Todo para que las obras duren el mayor tiempo posible, en las mejores condiciones posibles.


2. Restauración de la obra.

Un trabajador de la Biblioteca, trabajando en la recuperación de un documento. ÁNGEL NAVARRETE
No es habitual que las obras que se van a digitalizar pasen antes por los talleres de restauración. La mayoría de documentos que llegan a estas salas de la Biblioteca Nacional llegan porque van a ser parte de una futura exposición. Sin embargo, el Cantar de Mio Cid tuvo que pasar por los talleres.

Fue un paso necesario para que la digitalización se realizara en unas condiciones seguras para el documento. En estas salas reconstruyen, cosen y limpian aquellas partes de los artículos que han sufrido desperfectos por el paso del tiempo.


3. Digitalización por escaneado.

Escáner para digitalizar de la Biblioteca Nacional. ÁNGEL NAVARRETE
Una vez que el documento está en condiciones de ser manipulado. Los responsables del proceso de digitalización llevan el archivo a una nueva estancia donde será escaneado. Allí, unas máquinas se encargan de tomar imágenes de cada una de la páginas del libro en alta calidad. En este tercer paso se genera una serie de archivos (generalmente en formato TIFF) de mucho peso que también necesitan ser almacenados debidamente.


4. Tratamiento informático de la imágenes.


Esta es la parte menos vistosa del proceso pero es tan necesaria o más que todas las anteriores. Este trabajo más «oscuro» consiste en introducir los metadatos a esos archivos que se generaron, es decir, documentarlos de una forma adecuada para su posterior recuperación. También se encargan de que esos archivos digitales sean seguros, es decir, que no haya riesgo de que se deterioren o desaparezcan. Algo que sería un verdadero problema si la obra original, por las razones que sean, también desaparece.

En este penúltimo paso también realizan las copias que después aparecerán al alcance de los usuarios de la web de la Biblioteca Digital Hispánica. Es decir, se reduce el peso de esos archivos para que sean manejables por los usuarios.


5. Acceso gratuito al público.


«Delos sos oios tan fuerte mientre lorando». Hay libros que se escanean en un único día y libros más delicados que tardan más en ser escaneados. Sin embargo, desde que se genera el archivo digital hasta que aparece en la web de la Biblioteca Nacional pueden pasar desde dos semanas hasta un mes. Todo para que el acceso a los fondos sea ágil y los documentos se puedan descargar con facilidad.

Vía: ABC

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