Un reciente hallazgo podría eclipsar a las monumentales pirámides de Giza.

Las “pirámides” en cuestión, in situ.
En agosto de 2012, la arqueóloga amateur Angela Micol descubrió una serie de estructuras piramidales utilizando la herramienta de Google Earth. Sin embargo, al ser estudiadas de cerca, las estructuras fueron desechadas y se les consideró como montículos naturales. Ahora, una nueva investigación vuelve a plantear la enigmática pregunta.

Angela Micol reporta que una expedición preliminar reveló cavidades no naturales dentro de los montículos. Además, asegura que las formaciones aparecen categorizadas como pirámides en varios mapas antiguos.

Micol encontró dos posibles sitios arqueológicos separados por 145 kilómetros de distancia. El primero se encuentra a veinte kilómetros de la ciudad de Abu Sidhum, cerca del Nilo y el segundo se localiza más al norte, cerca del oasis Fayum. Imagen satelital de los montículos piramidales.

Pronto fue contactada por una pareja que dijo tener importantes referencias históricas para ambos sitios. La pareja resultó estar conformada por Medhat Kamal El-Kady, ex-embajador del Sultanato de Oman y por su esposa Haidy Farouk Abdel-Hamid, abogada y ex-consejera de la presidencia egipcia. Ambos son coleccionistas de mapas, documentos antiguos y exóticos manuscritos históricos. Según ellos, ambos sitios aparecen como complejos piramidales en varios documentos de su posesión.

“Tenemos más de 34 mapas y 12 documentos que hacen referencia a estas pirámides”, expresaron.

Los documentos hacen referencia a dos pirámides complementarias a las pirámides de Fayum; se cree que éstas fueron enterradas a propósito para borrarlas de la memoria histórica.

La expedición preliminar.

Con base en este hallazgo Mohamed Aly Soliman encabezó una expedición preliminar en el sitio cerca de Abu Sidhum tan sólo para comprobar que, efectivamente, debajo de los montes se esconden pirámides.

“Estos montes definitivamente esconden un sitio antiguo debajo de ellos. Hay cerámica y conchas marinas. Además, los montes tienen diferentes capas que no pertenecen al lugar”, explicó Soliman. Una fila de lo que podrían ser mastabas, puede observarse cerca de los montículos en esta imagen en falso color.

Sin embargo, más allá de estas evidencias, lo que confirmó la naturaleza de los montes fue una cavidad y un detector de metal que Soliman utilizó en las pirámides: el detector reveló un túnel subterráneo dentro de ambas estructuras y la presencia de metal dentro de éstas.


Para continuar con la investigación, Micol creó la Fundación de Arqueología Satelital y lanzó una campaña para conseguir fondos, ya que de lo contrario descubrir qué secretos esconden los misteriosos montes será imposible.

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