Arqueólogos encuentran evidencias del uso de plátano hace 4.000 años en zonas donde este fruto no es natural ni se cultivaba entonces. El hallazgo replantea aspectos sobre las relaciones sociales de aquellas comunidades.
El conocimiento que se tiene de la dieta de las antiguas civilizaciones está cambiando gracias al uso de nuevas técnicas en arqueología. Y descubrir que lo que comían no era exactamente lo que se creía hasta ahora aporta nuevos datos, no sólo culinarios sino sociales.
Eso es lo que está haciendo un grupo de investigadores liderado por Marco Madella, arqueólogo ICREA en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona. Su equipo, que forma parte de la Institución Milà y Fontanals (CSIC), trabaja en unas excavaciones en Gujarat, que se hallan la periferia del valle del Indo, en India.
Las excavaciones corresponden a antiguos asentamientos agrícolas y pastoriles de unos 4.000 años de antigüedad. Los investigadores han hallado evidencias de que en aquellos asentamientos se debió utilizar plátano (como planta y/o fruto), una especie que no es natural de aquella zona y, que se sepa, no se empezó a cultivar hasta el final de la Edad Media. La zona más cercana a Gujarat donde se puede hallar plátanos silvestres está al menos a 1.500 kilómetros de distancia, al otro lado del continente índico, al sur de Calcuta.
El inusitado hallazgo, que es parte de la tesis doctoral de Juan José García-Granero, dado a conocer hace unos días en un encuentro en París de la European Association for South Asian Archaeology and Art y del que se dio noticia en la revista Science, supone replantearse no solo la dieta sino las relaciones sociales de aquella sociedad.
Hasta ahora se asumía que la alimentación de la civilización del Indo se basaba en el trigo, la cebada, mijo y algunas legumbres. Respecto a la inesperada presencia del plátano en esa zona, Marco Madella señala que no nos atrevemos a decir que se trate de un cultivo temprano. Vemos más probable que hubiera una comunicación con poblaciones del Este, que están muy lejanas, lo que habría permitido la llegada del plátano por comercio o intercambio.
Los investigadores hallaron hojas de plátanos y en otro asentamiento en Haryana se encontraron restos del fruto, gracias al análisis de fitolitos (restos de plantas en forma de silice opalina) y de restos de almidón. La investigación, que se enmarca en los proyectos SimulPast y North Gujarat Archaeological Project en colaboración con la MS University of Baroda (India), aportará nueva luz sobre la civilización del Indo, su estructura social, su cultura y su dieta, en la cual está el origen de los ingredientes fundamentales de la cocina asiática actual.
Vía: CSIC
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