Según
un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, la música puede
darnos pistas sobre ciertos aspectos de nuestro pasado.
En la imagen, un grupo musical de nativos taiwaneses. |
¿Puede la música ayudarnos
a rastrear las migraciones humanas? Según Steven Brown, profesor
asociado de Psicología, Neurociencia y Comportamiento de la Universidad
McMaster, y su equipo internacional de investigación, sí es posible. Estos científicos
han comparado las estructuras de 220 canciones corales taiwanesas, registradas
desde la década de 1940, con las muestras de ADN mitocondrial extraídas de más
de mil personas que viven en diferentes partes de la isla de Taiwán. En el análisis,
han detectado que los cambios en el ADN, que se producen a una velocidad
predecible, se corresponden con los cambios en la música de los últimos 6000
años.
Así que, para el profesor Brown, “la música es un marcador
migratorio sin explotar que puede ser utilizado para ayudar a la gente a
entender la historia de las poblaciones humanas”. No obstante, indica que todavía
se necesitan más investigaciones de este tipo que se demuestre esta hipótesis.
Es evidente que “las
lenguas y los genes cambian lentamente con el tiempo”. No obstante, añade Brown,
aunque “se piensa que la música es demasiado transitoria para realizar pruebas
de lo que sucedió hace miles de años, nuestros resultados apoyan la idea de que
la música, en realidad, contiene elementos que son muy antiguos”. Asimismo, añade,
la música tiene la virtud tanto de evolucionar rápidamente como de conservar
las huellas de antiguos movimientos poblacionales.
Brown, en lo que
sigue, intentará comprender las bases neuronales, cognitivas y evolutivas de
las artes. Entre ellas, se centrará fundamentalmente en la música, la danza, el
teatro y las artes visuales.
Vía: Science Daily
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