La exposición 'Catástrofe bajo el
Versubio' muestra lo que supuso la erupción volcánica en una ciudad y rinde
homenaje a la figura de su descubridor, el rey Carlos III.
Algunas piezas que forman parte de la exposición 'Pompeya, catástrofe bajo el Vesubio'. |
Pompeya, Herculano y Estabia, destruidas por el Vesubio en el año 79 d.C., han
sido reconstruidas a través de más de 637 piezas, la gran mayoría originales,
en la gran exposición Pompeya. Catástrofe bajo el Vesubio organizada
por el Centro de Exposiciones Arte Canal.
Procedentes de veintidós instituciones, principalmente del Museo
Arqueológico Nacional de Nápoles, las obras exhibidas reconstruyen una de las
páginas más sobrecogedoras de la historia y que ha despertado más interés a lo
largo de los siglos, ya que simboliza el poder de la naturaleza sobre el ser
humano.
Su dramática destrucción la convirtió, sin embargo, en el yacimiento
arqueológico más importante y mejor conservado de la época romana, en gran
parte gracias a la labor del rey Carlos III. Por ello, los dos objetivos de la
muestra son, por una parte, mostrar lo que supuso la erupción volcánica en una
ciudad llena de vida, y, por otro, rendir homenaje a la figura de su
descubridor, el "Rey arqueólogo".
Carlos III fue descubridor e impulsor de las excavaciones de Pompeya y su
actuación sentó las bases de la arqueología posterior al excavar, documentar,
proteger y evitar que las piezas saliesen de su lugar de origen. El académico e
historiador Martín Almagro ha seleccionado un total de 637 piezas, de las cuales
629 son originales y la gran mayoría es la primera vez que viajan a España.
Además, la exposición se ilustra con seis audiovisuales en los que se
reconstruye la catástrofe y sus consecuencias y se ilustra la vida en estas
ciudades antes de su destrucción. "Muchas desventuras han acaecido en el
mundo, pero pocas han procurado tanta ventura para la posteridad". El
presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, recordó esta frase de
Goethe para resaltar la importancia de una exposición "que permite contemplar
en Madrid algo que de otra manera no se podría ver".
González recordó que por las exposiciones organizadas anualmente por el
Centro de Exposiciones Arte Canal han pasado más de dos millones y medio de
personas y destacó el enorme interés didáctico, cultural y de investigación de
la muestra, que podrá contemplarse desde el próximo día 6 hasta el 5 de mayo.
En el recorrido por los cuatro apartados en los que se divide la
exposición, Martín Almagro ha logrado crear un montaje accesible a todos los públicos
"en el que, a través de la belleza de los objetos, se transmiten
importantes ideas. Hemos querido que el visitante pueda revivir Pompeya y su
destrucción".
Esta invitación al viaje comienza con "la visita mágica a la
impresionante vida llena de colorido de la ciudad de Pompeya". El apartado
está formado por varios ámbitos que ilustran sobre el origen e historia de la
ciudad y sobre la Casa de Menandro, lujosa villa, de la que se muestra una
maqueta. En otro de los ámbitos de este apartado se contemplan ejemplos de la
pintura pompeyana a través del excelente estado de conservación en el que han
llegado los frescos de las ciudades destruidas.
En opinión del comisario, Pompeya ofrece el conjunto de pinturas murales
más importantes del mundo antiguo. La vida privada ha sido minuciosamente
reconstruida en la exposición, ya que la casa era un lugar muy importante para
los romanos.
Los objetos abandonados precipitadamente permiten saber que funciones tenía
cada uno de ellos en el ámbito doméstico. Los espacios dedicados al ocio y a
las calles pompeyanas dan paso a un segundo ámbito que trata la súbita
destrucción de la ciudad. Pisadas de personas y animales huyendo, restos
humanos y objetos con material volcánico ilustran sobre el momento en el que
las ciudades de Pompeya, Herculano y Estabia quedaron enterradas durante más de
diecisiete siglos.
La exposición finaliza rindiendo un homenaje a Carlos III "una de las
figuras más interesantes de la historia de la arqueología", en opinión del
comisario que ha dedicado también un espacio al estilo pompeyano y a las
"pompeyas españolas", con excavaciones impulsadas bajo el reinado de
Carlos III como Itálica, en Sevilla, o las del reinado de Carlos IV de
Segóbriga (Cuenca) y Mérida.
En el amplio recorrido de la exposición destacan, entre otras piezas, los
frescos "Retrato de una mujer joven (Safo)" e "Hipólito";
el impresionante bronce "Corredor"; un yelmo de gladiador; el molde
de un hombre muerto en una escalera; un pan carbonizado; el mármol "Marco
Holconio Rufo"; los bronces "Apolo Citarista" y "Efebo de
Antequera" o el mosaico "Sacrificio de Ifigenia".
Vía: La Vanguardia
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