El Cabildo informa que se trata del yacimiento más
importante encontrado en la isla durante las tres últimas décadas.
El Cabildo de Fuerteventura ha encargado, por primera
vez en la arqueología de la isla, el estudio de un espectacular yacimiento
funerario aparecido en una cueva de la península de Jandía. Se realizará un
estudio contextualizado y apoyado en dataciones radiocarbónicas (C14), pruebas
genéticas de ADN y estudios antropológicos.
La empresa especializadizada en arqueología Tibicena es la encargada de dirigir esta investigación centrada en estos momentos en la fase de intervención arqueológica en la cueva, en cuyo interior se ha identificado un interesante solapón funerario delimitado con una estructura de piedra.
Hasta el momento se han encontrado en un solapón huesos humanos correspondientes a al menos tres individuos, dos adultos y un niño, además de vestigios culturales como vasijas con motivos aborígenes y cuentas de collar.
El hallazgo, según informa en un comunicadod de prensa el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Juan Jiménez, "supone un hito en la arqueología de la Isla puesto que, desde que se descubrieran en 1979 los huesos de un adulto y un niño en una cueva de Villlaverde, los mismos que ahora se exponen en el Museo del Molino de Antigua, no se localizaba en Fuerteventura un enterramiento aborigen de estas características". Además, añadió, "los avances en la metodología arqueológica permitirán identificar adecuadamente estos restos y, con ello, arrojar algo de luz sobre la cultura prehispánica y el modo de vida de los antiguos pobladores de la Isla".
La aparición de este yacimiento se remonta a casi un año atrás, cuando un ganadero de la zona localizó lo que parecían ser los restos de un cráneo humano en el interior de una pequeña cueva situada en la ladera de uno de los valles de Jandía.
Desde el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo se ha señalado la importantísima colaboración que ha prestado no sólo este ganadero, sino también la Guardia Civil, que se ha encargado de la vigilancia del yacimiento y ha facilitado las labores de identificación del mismo hasta confirmarse el origen arqueológico de los restos.
Desde la localización de los primeros restos óseos hasta ahora se han realizado dos sondeos. La primera prospección, de tipo superficial, permitió confirmar la relación existente entre los restos óseos y un contexto cultural aborigen, lo que posibilitó que se siguiera estudiando el yacimiento desde una perspectiva patrimonial. Esta primera fase permitió identificar los restos de tres individuos, dos adultos y un niño, además de una vasija de cerámica con decoración incisa asociada a la cultura de los mahos.
En esta segunda fase se han localizado cientos de restos óseos -incluidas piezas dentales, muy importantes para identificar aspectos como la alimentación o la genética de los individuos- que será necesario clasificar, destacando especialmente el hallazgo de dos cuentas de collar que confirman la existencia de un enterramiento ritual en este contexto sepulcral colectivo. Los sondeos continuarán hasta que el levantamiento alcance la base de la cueva, por lo que no se descartan nuevos hallazgos.
Extraído de RTVC
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