Una nueva teoría afirma que Tutankamón murió de epilepsia.

Experto estudió su historia clínica, afirmando que su ficha coincide con síntomas del mal.

Recreación del busto de Tutankamón.

Malaria, lepra, tuberculosis, una conspiración criminal, una mordedura de serpiente y hasta un accidente en carro conforman la lista de posibles causas de la misteriosa muerte de Tutankamón, el faraón egipcio que falleció cuando apenas era un adolescente en el año 1327 o 1325 a. C. y que se hizo célebre cuando fue encontrado en su tumba intacta por Howard Carter en 1922.
Sin embargo, una nueva teoría propuesta por un cirujano del Imperial College de Londres (Gran Bretaña), especializado en historia clínica, afirma que la razón de su muerte es la epilepsia.
Hutan Ashrafian hizo una profusa revisión de la historia clínica del faraón y de su familia, concluyendo que su feminizado físico (caderas anchas y pechos inusualmente grandes), y el de sus predecesores inmediatos se debe a una epilepsia que se origina en el lóbulo temporal -probablemente la que padeció Tutankamón y su familia-, que genera la liberación de hormonas que intervienen el desarrollo sexual y que tiene una gran carga hereditaria. Ello explicaría que su familia, como Semenejkara, faraón que se cree fue tío de Tutankamón o, incluso, su hermano mayor, y Akenatón, que se cree fue el padre del rey, también tuvieran rasgos marcadamente feminizados.
Dos faraones que vinieron antes de Akenatón -Amenofis III y IV Tutmosis- parecen haber tenido un físico similar. Todos estos reyes murieron jóvenes y misteriosamente, dice Ashrafian. “Hay muchas teorías, pero todas se centran en cada faraón individualmente”.
Ashrafian encontró que cada faraón murió a una edad ligeramente más joven que su predecesor, lo que sugiere un trastorno hereditario, y no enfermedades contraídas, como malaria.
Además, añade el experto, este tipo de epilepsia genera algunas alucinaciones, especialmente cuando el paciente está expuesto al sol. Ello explicaría por qué muchos de estos faraones experimentaron visiones religiosas, sobre todo después de la exposición a la luz solar.
El caso más significativo es el de Akenatón, primer soberano en proponer el monoteísmo y que relevó la figura de una deidad menor llamada el “disco solar”, o Atón, a dios supremo de Egipto.
Un ataque epiléptico también sería la razón de la pierna fracturada que luce el esqueleto de Tutankamón.
Sin embargo, otros expertos han señalado que es imposible probar esta teoría, pues no existe una prueba genética definitiva para la epilepsia.
Extraído de Diario la Tercera

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