Las primeras uñas de los primates primitivos.

Las uñas son, sin duda, un elemento fundamental para proteger la sensible piel de las puntas de los dedos, pero además permiten rascar y también hacer cosquillas y, por ello, también son un elemento fundamental del tacto, que es necesario cuidar y que hoy se decora con cuidado.

Sin embargo, hasta ahora estaba poco claro desde cuando existen en los primates, una cuestión a la que científicos de la Universidad de Florida han puesto fecha esta semana: según sus investigaciones, esas células endurecidas de los dedos aparecieron en nuestros ancestros hace 55 millones de años, en el Ecoceno, facilitando así un tacto más sensible y con más posibilidades.

Para llegar a esta conclusión, los paleontólogos de Florida analizaron la más vieja evidencia fósil de las uñas de un primate que era de muy pequeño tamaño, lo que desmiente que las uñas surgieron al aumentar el tamaño del cuerpo. En total, estudiaron más de 25 ejemplares de la especie 'Teilhardina brandti', un primate extinto que se describió tras encontrarse un molar, pero del que ya se han encontrado otros dientes y huesos de sus tobillos que demuestran que era un mamífero y que vivía en los árboles.

Según el nuevo trabajo, publicado en la revista 'American Journal of Physical Anthropology', sus uñas permitieron a esta especie de lémur agarrarse en las ramas y moverse ágilmente de un árbol a otro.

Jonathan Bloch, del Museo de Historia Natural de Florida, lo explica con claridad: "Con el hallazgo de fósiles del esqueleto de este primitivo primate hemos probado que las uñas ya estaban presentes en un ancestro común a los lemures, los monos y los humanos".

En todo caso, el trabajo que firma permite comprender mejor las relaciones evolutivas de uno de los más antiguos primates modernos que se conocen, así como el medio ambiente en el que desarrolló las uñas en manos y pies, una característica única de este grupo.

Los restos de 'T. brandti' se encontraron en excavaciones, durante siete años, en la Base Wyoming Bighorn y se consideran la especie de primates norteamericanos más primitivos. Se sabe que vivieron hace 55,8 millones de años, en un momento de calentamiento de la Tierra que duró 200.000 años. Fue entonces cuando los mamíferos disminuyeron su tamaño y cuando los ungulados con una pezuña, relacionados con los ciervos y los caballos modernos, aparecen también en el registro fósil. En definitiva, fue el momento en el que se fijó buena parte de la biodiversidad de los mamíferos modernos.
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Un primate pequeño.
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En el caso del primate 'T brandti' se sabe que medía no más de 15 centímetros y que eran omnívoros. Mientras que sus antepasados, los primates arcaicos, tenían garras, los de esta especie ya tenían, además de uñas en sus dígitos, los dos ojos en la cara frontal y un cerebro de mayor tamaño.

"Son las uñas más pequeñas que se conocen tanto en seres vivos como en fósiles", ha declarado Ken Rose, profesor en la Universidad John Hpokins, también coautor del trabajo.

Dado que se han encontrado los fósiles de las especies 'Teilhardina' en otras partes del mundo, y se conocen sus dataciones, los investigadores se cuestionan la hipótesis de que los mamíferos emigraron desde Asia a Norteamérica, como también lo hizo el 'Homo sapiens' y plantean que pudieron llegar desde Asia, pero después de cruzar Europa, dado que en ambos lugares hay especies relacionadas.
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Extraído de El Mundo

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