Los habitantes primitivos de las islas británicas bebían de los cráneos de sus víctimas, según se desprende del descubrimiento de los restos de tres personas en una cueva en Cheddar Gorge, en el condado de Somerset (al suroeste de Inglaterra). Los huesos datan de hace 14.700 años, al final de la última glaciación.
Científicos del Museo de Historia Natural de Londres analizaron los restos encontrados de tres humanos, entre ellos un niño de tres años, cuyos cuerpos pudieron servir para prácticas caníbales. Los investigadores han dado a conocer los resultados de su estudio en la publicación 'Plus One'.
Los restos óseos ya eran conocidos por los investigadores, incluyendo uno de los cuencos-cráneo desenterrado por el profesor y paleontólogo Chris Stringer en 1987. Sin embargo, el estudio detallado con un microscopio 3D de 37 fragmentos craneales y cuatro pedazos de mandíbula, puso en evidencia un patrón común: los huesos habían sido cuidadosamente trabajados hasta convertirse en los recipientes para beber.
Artesanía caníbal.
De hecho, los restos óseos presentan cortes muy precisos destinados a extraer la máxima cantidad de carne de las víctimas, mientras que sus cráneos se utilizaron como cuencos para beber. Los habitantes de la cueva utilizaban herramientas de piedra para trabajar y preparar estos siniestros recipientes.
Los paleontólogos estiman que los restos datan de hace 14.700 años, y serían los ejemplos más antiguos de cuencos hechos con cráneos humanos. Los pobladores de la cueva de Cheddar Gorge "arrancaban las cabelleras de los cráneos, quitaban los ojos y las orejas, limaban los rasgos de las caras, desprendían las mandíbulas y cincelaban los bordes. Llevaban a cabo un trabajo muy meticuloso", explica el profesor Stringer.
Extraído de El Mundo
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