El célebre busto de Nefertiti, que retrata a la mujer del faraón egipcio Akenatón, conocida por su belleza, fue esculpido según los cánones estéticos de hace más de 3.300 años y no es fiel a la realidad. Ésta es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Imaging Science Institute de Berlín, en Alemania, tras analizar por segunda vez el busto mediante imágenes de tomografía computerizada (TC).
El busto de Nefertiti es un núcleo de piedra caliza cubierto por capas de estuco de diferente grosor. El análisis desveló que debajo del busto había otro rostro delicadamente esculpido, pero con rasgos faciales algo distintos.
El rostro interno de piedra caliza fue esculpido con delicadeza y ligeramente simétrico. En comparación con la cara de estuco más externa, la cara interna mostraba algunas diferencias: menos profundidad en las esquinas de los párpados, pliegues alrededor de las esquinas de la boca y las mejillas, pómulos menos prominentes y una ligera prominencia de la nariz. Las orejas de la escultura interior eran similares a las visibles en el exterior.
Según los investigadores, retocar los pliegues de las esquinas de la boca y suavizar el puente de la nariz en la cara externa pudo ser una elección del artista y reflejar los ideales estéticos de la época.
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Una técnica no invasiva.
Una técnica no invasiva.
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La obra fue examinada utilizando TC por primera vez en 1992 pero los recientes avances en la técnica llevaron a realizar un nuevo análisis de la pieza en 2007. El equipo de Huppertz empleó una técnica de TC espiral de 64 secciones con un grosor de submilímetros por sección para examinar el busto y evaluar su estado de conservación, conseguir información sobre su creación y proporcionar imágenes en tres dimensiones del interior de la piedra caliza de la escultura.
La obra fue examinada utilizando TC por primera vez en 1992 pero los recientes avances en la técnica llevaron a realizar un nuevo análisis de la pieza en 2007. El equipo de Huppertz empleó una técnica de TC espiral de 64 secciones con un grosor de submilímetros por sección para examinar el busto y evaluar su estado de conservación, conseguir información sobre su creación y proporcionar imágenes en tres dimensiones del interior de la piedra caliza de la escultura.
Esta sección de la TC pudo proporcionar imágenes detalladas de la estructura interna de una forma no invasiva y mostró que el núcleo de piedra caliza no es sólo un molde sino una habilidosa obra de arte.
Los resultados mostraron que se utilizó un proceso en múltiples pasos para crear la escultura. La capa de estudio de la cara y las orejas es muy fina, pero la parte posterior de la corona reconstruida contiene dos capas de estuco gruesas. Las imágenes de TC mostraban varias fisuras y una unión no uniforme entre las capas.
Los resultados del trabajo, que se publican en la revista Radiology, ayudarán en la conservación de esta famosa pieza egipcia, dicen los autores del estudio.
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Para una mejor conservación.
Para una mejor conservación.
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Según explica Alexandre Huppertz, director de la investigación, "hemos conseguido mucha información sobre cómo se realizó el busto hace más de 3.300 años por el escultor real. Descubrimos que la escultura tiene dos rostros ligeramente diferentes y hemos averiguado con las imágenes de TC cómo evitar los daños en este objeto tan valioso".
Según explica Alexandre Huppertz, director de la investigación, "hemos conseguido mucha información sobre cómo se realizó el busto hace más de 3.300 años por el escultor real. Descubrimos que la escultura tiene dos rostros ligeramente diferentes y hemos averiguado con las imágenes de TC cómo evitar los daños en este objeto tan valioso".
Nefertiti, la mujer del faraón egipcio Akenatón, fue la Consorte Real más famosa de las 31 dinastías egipcias. Su busto se descubrió en 1912 durante las excavaciones en el estudio del escultor real Thutmose y se considera uno de los hallazgos más importantes del antiguo Egipto.
Los descubrimientos podrían ser importantes para prevenir futuros daños del busto. El hallazgo de múltiples capas de estuco, así como las fisuras en los hombros, la fina superficie del busto y de la parte trasera de la corona, indican áreas vulnerables que requieren un manejo cuidadoso y que se debe evitar la presión sobre las capas de estuco grueso.
"La tecnología de TC no invasiva y las herramientas de procesamiento tridimensional nos permiten un mayor conocimiento de la composición interna y el estado de conservación de la escultura. Esta información contribuirá en gran medida a la preservación de esta antigüedad de valor incalculable", dijo Huppertz.
El busto de Nefertiti forma parte de la colección del Museo Egipcio de Berlín y será trasladada en octubre de 2009 al recién restaurado Museo Nuevo en el centro histórico de esta ciudad.
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Extraído de El Mundo
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