La Arqueología Virtual como disciplina
científica necesita normas científicas que permitan a los investigadores
aplicar un método estandarizado
Los Principios de Sevilla son un serie de consejos, fundados en buena medida en la Carta de Londres, a seguir por el arqueólogo virtual |
Señalaba
en un
reciente artículo Pablo Aparicio Resco que la Arqueología Virtual,
para ser reconocida como disciplina científica, necesitaba una oferta normativa
propia (másteres, especializaciones, postgrados, cursos), revistas científicas
dedicadas a su campos de estudio (VAR, Archeomatica) pero también de un código
común de carácter científico como son los Principios de Sevilla (2011) y la
Carta de Londres (2009).
Los
Principios de Sevilla nacen en 2011 en el marco
de la SEAV (Sociedad
Española de Arqueología Virtual) y del Forum Internacional de Arqueología
Virtual. Antes de ello debemos retrotraernos a la Carta de Londres,
encuentro con el objetivo de normalizar las visualizaciones 3D del Patrimonio
Cultural bajo los principios de comunidad disciplinar, sostenibilidad,
transparencia o metodología estandarizada entre otros. Así los Principios de
Sevilla nacen para aplicar los principios del Patrimonio Cultural (de la Carta
de Londres) al Patrimonio Arqueológico, definiendo a la Arqueología Virtual
como aquella que “tiene por objeto la investigación y el desarrollo de formas
de aplicación de la visualización asistida por ordenador a la gestión integral
del patrimonio arqueológico”.
Para la reconstrucción 3D virtual de los objetos de estudio existen varias técnicas, siendo las más importantes el escaneado mediante láser y la fotogrametría digital |
En la misma carta se recogen los conceptos que se engloban dentro
de la arqueología virtual a la hora de llevar a cabo los estudios científicos
necesarios para conseguir la anastilosis, reconstrucción, restauración o
recreación del Patrimonio Histórico o Arqueológico. Algunos de estos conceptos,
señala Pedro
Guerra Portillo, son:
- Restauración virtual: comprende la
reordenación, a partir de un modelo virtual, de los restos materiales
existentes con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento
anterior al presente.
- Reconstrucción virtual: intento de
recuperación visual, a partir de un modelo virtual, de una construcción u
objeto a partir de las evidencias físicas existentes.
- Recreación virtual: intento de
recuperación visual, a partir de un modelo virtual, del pasado en un momento
determinado de un sitio arqueológico, incluyendo cultura material, entorno,
paisaje, usos, y en general significación cultural.
La finalidad de la Arqueología Virtual debe de tener como objetivo mejorar aspectos relacionados con la investigación, la conservación o la difusión del patrimonio arqueológico |
Una vez definida la disciplina, la carta expone cada uno de los
principios en los que deberá de basarse:
- Interdisciplinariedad: cualquier proyecto deberá estar avalado por un equipo de
profesionales procedentes de distintas ramas siendo imprescindible al menos, la
presencia de arqueólogos e historiadores.
- Finalidad: la visualización asistida debe estar siempre al servicio del
patrimonio y no al revés.
- Complementariedad: la aplicación de la visualización asistida por ordenador debe
ser complementaria a otros métodos y técnicas para gestionar el patrimonio arqueológico.
- Autenticidad: se debe trabajar
reconstruyendo o recreando edificios, artefactos y entornos del pasado como se
considera que fueron.
- Rigurosidad histórica: cualquier
forma de visualización asistida debe estar sustentada por una sólida
investigación y documentación histórica y arqueológica.
- Formación y evaluación se deben
fomentar los programas de formación posgraduada de alto nivel que potencien la
formación y especialización de un número suficiente de profesionales
especializados.
Aún son muchos los retos a los que se enfrenta esta nueva
disciplina. Señala Pablo Aparicio Resco aquellos que permitan distinguir lo
real, lo autentico o lo veraz de lo que no ya que “las reconstrucciones
virtuales se muestran frecuentemente desprovistas de elementos que nos permitan
entender qué parte de ellas tiene más visos de veracidad y qué parte es fruto
de hipótesis menos sólidas, más volubles”. Una solución, señala, podría ser la
Escala de Colores del Proyecto
Bizantyum 1200.
Autor| Álvaro
Plaza Sánchez
Vía| Álvaro Plaza Sánchez
Imágenes| London Charter,
Seav, Carnuntum
Comentarios