La civilización egipcia, una cultura que siempre ha tratado
con cuidado y mimo todo lo referente al cuerpo
Vestimenta femenina egipcia |
Los habitantes del Antiguo Egipto tuvieron que elegir una
ropa adecuada para el clima árido que soportaban. Optaron por vestimentas hechas con
algodón y lino para sobrellevar las altas temperaturas que sufrían en el entorno del Nilo.
La vestimenta se mantuvo prácticamente igual desde el Imperio
Antiguo hasta el Imperio Nuevo, a excepción de algunas modificaciones.
El color más demandado era el blanco, aunque era usual teñir
algunos hilos para hacer alguna decoración en los cuellos y mangas de las
túnicas.
En el Imperio Antiguo los hombres vestían con una especie de
falda, que llegaba hasta las rodillas, con los extremos cruzados y que se anudaba
en la cadera. Se le denominaba “faldellín”. En cambio, los trabajadores o campesinos
llevaban una especie de falda más suelta, con un cinturón ancho de cuero, denominada “shenti” o, incluso, podían ir desnudos.
Las mujeres, en el Imperio Antiguo, vestían con una tela larga
de lino recta y ajustada que iba desde el pecho hasta los tobillos, con dos
extremos que se anudaban sobre los senos. Sin embargo, las mujeres campesinas lucían
vestidos más holgados que les permitían moverse mejor.
En el Imperio Medio, el “faldellín” se alargó y la vestimenta
femenina se volvió más sugerente mostrando, sin reparos, el busto. También se
abrió paso a los trajes amplios con mangas, que en el Imperio Antiguo estaban
destinados a las mujeres campesinas.
Por último, en el Imperio Nuevo, el “faldellín” aunque no
tuvo cambios de importancia, apareció con pliegues y surgió las transparencias
en los vestidos de las mujeres, anudados al pecho, con mangas, pliegues y
colores diferentes. También se generalizó el uso del chal plisado que se colocaba sobre los hombros en forma de abanico.
El atuendo se complementaba con el uso de sandalias hechas
con papiro, juncos, etc., y pelucas, ya que debido al calor los egipcios se
rasuraban el cabello. En el Imperio Antiguo triunfaron las melenas cortas y en
el Imperio Medio imitaron el peinado de la diosa Hathor. Sin embargo, en el
Imperio Nuevo las pelucas se fueron haciendo más pesadas y recargadas.
Hay testimonios que avalan esta información gracias a la
cantidad de relieves, murales y dibujos egipcios que han llegado hasta nuestros
días.
Autor| Rosa Mª Huertas Franco
Vía| Laguía2000
Imagen| Wikipedia
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