La manera de abordar el tema del
desnudo tiene que ver con los valores morales de las distintas culturas,
sociedades y épocas históricas
“Olympia” de Eduard Manet |
A
finales de mayo de 2014 Deborah de
Robertis realizó una performance en
el Museo d´Orsay de París, ante el cuadro
de Courbet, “El origen del mundo”.
Para el que no lo conozca el cuadro es un primer plano de un sexo femenino.
Deborah se vistió de dorado, con un vestido que combinaba con el marco del
cuadro, comenzó a recitar en voz alta “Yo
soy el origen, yo soy todas las mujeres. No me has visto quiero que me
reconozcas. Virgen como el agua creadora de esperma”, llamando la atención
de un grupo de gente, se sentó ante el cuadro dejando sus genitales al
descubierto; y así permaneció hasta que los guardias de seguridad del museo la
invitaron a desalojarlo, mientras parte del público aplaudía.
MegumiIragashi, japonesa más conocida como “La artista de la vagina” fue a juicio en
abril de este año por enviar datos de sus genitales para ser representados en
3D, la artista dice luchar contra la discriminación en la sociedad japonesa y
por desafiar los tabúes, se enfrenta
a una condena de hasta dos años de cárcel y una multa de casi 20000 euros.
No sé
hasta qué punto puede considerarse estético el valor de ambas obras, lo que es
evidente es que en la era de internet
estas dos mujeres gracias a sus gestos
han conseguido notoriedad mundial, llamando la atención de la prensa y
siendo ejemplos de cómo las representaciones que tienen que ver con desnudos
siguen despertando nuestra atención.
Son
dos ejemplos extremos los que traigo a colación pero lo que es evidente es que el desnudo es un género artístico en sí
mismo, que ha corrido un camino
paralelo a la historia del arte, con la salvedad de que su aceptación ha
estado siempre supeditada a las
categorías morales de las sociedades y culturas de las distintas épocas.
Asociado
por lo general al erotismo, en
realidad el desnudo puede tener diferentes
significados y connotaciones, desde simplesestudios de anatomía, ideales de belleza y perfección o
representaciones mitológicas o religiosas.
En la prehistoria ya aparecen las primeras representaciones de desnudo,
normalmente asociadas a la fertilidad, es el caso de las llamadas Venus paleolíticas, como por ejemplo la
Venus de Willendort. Así mismo en las pinturas rupestres suelen destacarse los
órganos sexuales.
En el Antiguo Egipto la desnudez era
considerada con total naturalidad, quizás debido al clima, de ello tenemos
constancia en todo tipo de representaciones, incluso de tema religioso. En
cambio en Mesopotamia las representaciones de desnudo son prácticamente
inexistentes.
En la imagen, ‘Laoocoonte y sus Hijos’ |
Para
los griegos, referente y origen de nuestra cultura occidental, el cuerpo humano
masculino representó el ideal de belleza supremo. Representado a la vez de
forma naturalista e idealizada utilizando unos cánones que buscaban la perfección. Y es que, sobre todo en la
época clásica, con estos cuerpos se buscaba representar los ideales de juventud y virilidad, pero también
los de moralidad y virtud. Cuerpo y espíritu estaban indisolublemente
ligados para los griegos y ejemplo de ello eran los atletas que
participaban en los Juegos Olímpicos.
Para los judíos y por consecuencia para los cristianosel cuerpo desnudo es en
cambio objeto de vergüenza, así en
la tradición cristiana,
especialmente en la Edad Media sólo fue permitida la representación de los
desnudos que se mencionaran en las Sagradas
Escrituras.
Ocurre igual con los musulmanes que tiene prohibidas las
representaciones de personas e incluso de animales.
El Renacimiento supuso una vuelta a los valores antiguos, fueron rescatadas las
representaciones de los desnudos mitológicos, pero seguía habiendo limitaciones
por parte de la Iglesia, que los artistas admiradores de las obras clásicas intentaban
salvar utilizando determinados temas que les permitían demostrar su habilidad a
la hora de representar los cuerpos, por ejemplo usando la iconografía de San Sebastián, o Adán y Eva (ver la obra de Durero por ejemplo). También es de todos conocido el hecho de que los
magníficos desnudos que Miguel Ángel
realizó en El Juicio Final del techo de
la Capilla Sixtina, estuvieron a punto de desaparecer por decisión papal,
aunque al final fueron cubiertos por veladuras, realizadas por Danielle Ricciciarelli da Volterra,
conocido desde entonces como Il Braghettone.
Y así
se continuó prácticamente hasta llegar al s.
XIX. Cada nuevo avance en la representación suponía un escándalo que poco a
poco era asumido hasta que surgía el siguiente, ejemplos de ello son los
cuadros “Almuerzo en la Hierba” y “Olympia” de Eduard Manet.
Sea
como sea lo que es evidente es que el
cuerpo humano desnudo sigue llamándonos la atencióny que especialmente en
los contextos artísticos, muchas veces, más que la representación de la obra en
sí, lo que le aporta un significado más
o menos ideal es la mirada del espectador.
Autor| Ana
Rebón Fernández
Vía| Ana
Rebón Fernández
Imagen| Wikipedia
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